jueves, 31 de mayo de 2012

¿Preguntar o molestar?

Si no preguntas nunca a nadie sobre nadie por molestar, nunca sabes nada.

El día del eclipse lunar

Me acordé muchísimo de ti el día del eclipse lunar, pues sé que esa noche sabría de otra manera junto a ti, porque sé que te las ingeniarías para cargar la noche de más magia. Y allí estaba en la deslumbrante deslumbrada playa con mis pies descalzos mirando al eclipsado cielo, pensando en todo lo pasado, en todo lo abandonado y en mi incierto porvenir, sintiendo una extraña sensación de tener como ganas de expresarte mucho de lo que adentro llevo. Me conoces a trazas, pero sabes bien que soy reservado para mis cosas verdaderas, pero bueno, cuando hablemos intentaré resumirte de manera muy compacta mi situación. De momento decirte que no quiero caer en mis sangrantes pensamientos de enredadera, dentro de mi coraza sigue habiendo un cierto sentido de optimismo, no me queda otro remedio que envolverme en estos destellos, si no me hundiría de manera inminente.

martes, 8 de mayo de 2012

Efecto ADO

Cada vez paso con mayor fugacidad por los sitios, mi preocupación y mi interés es más sincero, pero mis ganas de quedarme son mínimas. No sé si se debe a la cultura o al aprendizaje que adquirí en las últimas situaciones, o que cada vez me siento más austero, huraño y con una soledad en letanía. Este año es dífícil colocarse en un espacio-tiempo de felicidad, cuando viene algo bueno temo que algo malo le siga, y no es por predisposición, lo triste es que es más bien por realismo.

Cada mente tiene un concepto de la pasión, del amor y de todo en la vida. Se reconoce el efecto ADO cuando en una subasta un objeto tiene más valor por su propietario anterior, y es algo que explícitamente nos lo enmascaran con todo. Un objeto tiene un valor por lo que es, no por lo que representó, ya que, pienso yo, el posible valor sentimental a mí no me repercute, pues los objetos yo los veo carente de sentimientos. Es más, si algún día amase a un corazón lo amaré por lo que es y jamás por donde estuvo o por lo que fue.

viernes, 4 de mayo de 2012

Pecera de olvidos

Cualquier cosa aquí ya carece de sentido.

"...no me costará olvidarme de los besos que me diste, porque tenerte o no ya lo mismo me da..."

martes, 10 de abril de 2012

35 East Wacker Street

Cada vez me apasiona más Chicago, junto con San Francisco, es uno de los lugares que no me gustaría olvidar en mis planes de viaje. No puedo ya crear un puente con el pasado y que esa pasarela me lleve a la época del San Valentín sangriento que tanto leí y vi. Investigando de manera paralela en el pasado de Chicago y en el mío, me sorprende que para borrar los recuerdos del pasado ya ni siquiera existe el 2122 de North Clark Street. Curiosamente es cierto lo que leí, la numeración salta del 2120 al 2124. El espacio que hay entre los dos edificios es sugestivo, algo debe haber ocurrido en ese terreno, y no es más que recuerdos a borrar de una ciudad que quería desvincularse de todo aquel lastre pasado.

Yo no sé saltar edificios del pasado en mi mente, de hecho, mientras más intento demolir todo aquello más presente lo tengo. Tengo la sensación de que hace un par de años vivía en un bulevar repleto de transeuntes, y ahora vivo en algo así como una aldea de diez personas. Todo sigue girando, y la vida no consiste en paralelismos, ya que aunque se me paralice la cuerda sigo en armonía con mis sentidos y mis ideas.

Sé que algún día estaré en el 35 East Wacker Street y morderé en el barrido de mi mirada todo aquello que Chicago fuerza a olvidar pero que a mí tanto me apasiona.

Si me ves tan preocupado con el pasado no te inquietes, simplemente me da lástima cuando olvido las cosas, y seriamente sufro cuando tengo que forzar al olvido como hizo Chicago.

domingo, 18 de marzo de 2012

Estación cerrada

Lo intentas, pero se derrumban las cosas una y otra vez. Todo protocolo se hace estúpido para mantener el contacto, ya que tan sólo un extremo generando señales no es capaz de conservar la amistad, y todo se esfuga, y nada se culmina.

Cuando hay tantas estaciones cerradas es tiempo de pensar qué hacer, si rehabilitarlas, si dejarlas en la incertidumbre de la interperie o incluso en caminar de otro modo y desestimar cualquier tipo de estación anterior.

Entre tantos escombros y sombras del pasado que deambulan por el presente, lo único que tengo claro es que solamente el que haya apostado por la amistad sabrá lo que es la desilusión.

jueves, 13 de octubre de 2011

Tiempo

Veo morir todo esto del blog, por una parte le tengo cierta estima por todo lo que fue en mí y en mi pensar escrito, por otra parte no veo que dejar de escribir aquí sea dejar de alimentar a mis inquietudes. Últimamente voy a lo práctico, no me gusta perder el tiempo con personas cortitas, me queda poco para desperdiciarlo, me queda el instante siguiente a este, y no pretendo desgastar vueltas del reloj mirando un pozo, prefiero mirar a las estrellas y soñar con que salgo de mi cuerpo hacia ellas. Me encanta elevarme sin medir la distancia entre mis pies y el suelo, que le den la vuelta al corazón y le hagan dar mortales, no importa el tiempo que dure, sólo importa que los instantes sean intensos, reales y sinceros. La capacidad de sentir es el mayor regalo de la naturaleza, y eso de ser naturales no tiene precio.

Perdonarte

Tengo cierta bondad dentro de mí, no tengo un mágico poder para la concesión del perdón y así poder perdonarte, pero tengo el deber de no molestarme por nada de lo que hagas con tu vida, así que nada tendré que perdonarte.

Recuerda siempre que alguien que no acepte tus defectos, no merecerá jamás tus virtudes.

martes, 26 de julio de 2011

Comunicarse a tiempo

Desde que puse rumbo al austro no me siento con muchas fuerzas como para creer en mi palabra. El tiempo me amuerma y hace de mí un hombre adusto. No sé enderezar el camino de mis cosas, así que entiéndeme que no sepa darte el consejo oportuno o la palabra exacta que descifre y cierre la caja de tus incertidumbres. Nunca te gustaron las conversaciones en las que se hablaban de cosas negativas, y por eso siempre decidías no opinar, y a veces casi ni escuchar. Me parece bien, eres libre afortunadamente de hacer y sentir lo que te plazca, solo que no me concuerda que esquives los estados negativos y te encuentres enredada en ese estado en el que te cansas de esperar palabras bonitas. No se puede esperar que algo esté eternamente ahí, siempre igual, como tampoco se puede desear que alguien no vuelva pero que tampoco se vaya, y supongo que aún menos se puede desear eso cuando seguramente él ni sepa que tú sientes o deseas eso. Nunca creí que los hombres sean tan cabrones ni las mujeres tan malas como dice el tópico, a veces la falta de comunicación por una de las partes hace que todo converja en una espiral sin sentido de la que no se puede salir, llegando a vivir en una etapa de silencio en la que un grano de arroz se convierte paranoicamente en una plantación en cuestión de horas. Yo no puedo llorar por perder algo que quise sin que ese algo nunca supiese que lo amé. A veces, la sencillez es el camino más complejo de trazar, otras veces, es el único necesario.